Jordi Álvarez Caules / Bilbao / Abril 2008
Si, si, porque también existe una cultura política entre los inmigrantes, y para nosotros es muy importante incorporar el vagaje ideológico y organizativo de los inmigrantes. Y luego la cuarta línea sería la busqueda de consensos con la sociedad civil en materia de inmigración y de gestión de la diversidad. Esto significaría en la medida de lo posible sacar el fenómeno de la inmigración del debate político.
Si, sacar el tema de la inmigración de la contienda electoralista. Que al final a lo único que conduce es a políticas de xenofobia, o dogmáticas. Y la inmigración se tiene que tocar con mucha más delicadeza y cuidado. Y la realidad es que quien quiso utilizarla como instrumento electoral, como el PP, al final consiguió la mayoría absoluta, no solo debido a eso, pero sin duda que ese discurso influyó.
Pues es una muestra de eso, de qué pasará si no avanzamos en políticas de consensos. Esta ley plantea la prohibición del empadronamiento a quien no tenga papeles, la desaparición de la figura del arraigo, la imposibilidad de acceder a la nacionalidad española a quien haya entrado de manera irregular en España, la creación de tribunales excepcionales de extranjería, y así siguiendo. Sabemos que agitar banderas en contra del extraño da votos, por eso nosotros estamos desarrollando políticas de convivencia y lucha contra toda discriminación.
El Partido Socialista de Euskadi tradicionalmente se ha caracterizado con el trabajo con personas inmigrantes, durante los años 70 con personas que venían de otras regiones de España, toda la inmigración interior.
No, nuestro partido es un partido mixto que ha hecho del mestizaje una bandera. Hay personas que se han movido en la defensa del euskera, en la defensa de las ikastolas, y hay gente que proviene de otras culturas, de otras regiones de España, y la población se ha integrado muy bien. Es un partido de mestizaje, porque cree que el mestizaje es positivo.
El País Vasco ha tenido que aprender de la primera inmigración, de todas formas los según estudios sociológicos, sobre todo uno de Cristina Blanco, en los años 90, las conclusiones eran bastante desalentadoras con respecto a la integración de los inmigrados internos. Desalentadora en el sentido de que la receptividad de la población autóctona no había sido tan buena. No se había producido integración en el sentido bidireccional. Se había yuxtapuesto la inmigración a la población autóctona, durante los años 60 – 80. Colectivos bien diferenciados y poco permeables, y en el ámbito rural más. El papel del PNV aquí ha sido clave, todavía en los años 90 Arzalluz hablaba del RH, y esto es relativamente reciente.
Es difícil saberlo. Es un presupuesto importante pero como se reparte por diferentes secretarías no sabría decírtelo. Y luego no sólo en recursos económicos, sino sobretodo en recursos humanos. O a través de la cesión de Casas del Pueblo a colectivos inmigrantes.
En torno a 20 inmigrantes están participando en la comisión de inmigración, como voluntarios, bien como simpatizantes o como afiliados del partido.
Fundamentalmente hoy en Euskadi están en la vivienda, en el trabajo y en la educación. En primer lugar la vivienda, en sentido que el acceso a la vivienda para los que llegan, con pocos recursos, es muy complicado. Siendo este un punto clave para poderse empadronar. Hemos tenido iniciativas, en concreto una reunión con los obispos vascos para que cedieran locales para hacer una primera acogida para los inmigrantes. Finalmente los obispos accedieron a ceder sus instalaciones para la primera acogida, pero esta propuesta fue rechazada por Gobierno Vasco, argumentando que no era necesario, y así está reflejado en las actas del Parlamento Vasco. Luego es muy importante luchar contra la discriminación que sufre el inmigrante a la hora de acceder a la vivienda. Hay políticas antidiscriminatorias que hoy no se ponen en práctica porque no se quiere. En el tema de vivienda se ve muy claro.
En Euskadi ya está demostrada la tasa de desclasamiento de la población inmigrante, que está cumpliendo funciones laborales que son inferiores a su titulación capacidades y actitudes. Y necesitamos que puedan acceder a empleos que puedan promocionarles profesionalmente, y esto también es una responsabilidad del Gobierno Español, yque se legalicen con rapidez los títulos. Lo primero que hemos trasladado a Madrid como petición para incluir en el programa electoral, es agilizar al máximo estos trámites. Cuanto antes integremos la capacidad laboral de los inmigrantes a Euskadi, más van a aportar a la economía, y más integrados se van a sentir. Esto es problemático y buena parte es un defecto de la administración.
Sabemos que la población inmigrante se concentra en guetos, como el que no se habilitan recursos suficientes para el aprendizaje de idiomas.
Aquí se ha posibilitado que determinadas capas, bien asentadas en la población aprendan Euskera gratis, y además con liberación profesional, estamos hablando de funcionarios. Para eso se ha gastado y se está gastando una ingente cantidad de dinero, pero para otros sectores poblacionales no se está haciendo el mismo esfuerzo. Luego la gente que no trabaja para la administración pública tiene que sacar tiempo de su familia, y dinero para ese aprendizaje. Está suponiendo un esfuerzo muy desigual. Y esas críticas que trasladan los inmigrantes adultos son reales, pero también son reales para el resto de la población.